Geometría del infierno
Antonio Manetti, arquitecto y matemático florentino, estudió la forma y figura del Infierno, según la descripción de Dante, y dibujó su planta, alzado y perspectiva de una sección.
Dante parece haberse inspirado, en su descripción del infierno, en la escatología musulmana , como señala Asín Palacios en “La escatologia musulmana en la Divina comedia”. En particular, el místico murciano Ibn Arabi dibujó, antes de que naciese Dante, la planta del Infierno que se puede ver en la página 120 de esa obra
La descripción cuantitativa del Infierno por Manetti es precisada por Galileo Galilei en sus “Due lezioni all’Accademia fiorentina circa la figura, sito e grandezza dell’inferno di Dante” (versión italiana en Wikisource, y traducción inglesa aquí).
Galileo comienza:
Si es cosa difícil y admirable el haber podido los hombres por largas observaciones, con vigilias continuas, por peligrosas navegaciones, medir y determinar los intervalos de los cielos, los movimientos veloces y los tardos y sus proporciones, la magnitud de las estrellas, no menos de las vecinas que de las lejanas también, los lugares de la tierra y de los mares, cosas que, en todo o en la mayor parte, caen bajo los sentidos; cuanto más maravillosa deberíamos estimar la investigación y descripción del lugar y la figura del Infierno, sepulto en las vísceras de la tierra, oculto a todos tos sentidos, y, de nadie por ninguna experiencia conocido; donde, si bien es fácil descender, es tan difícil salir, como bien enseña nuestro poeta en el dicho:
y su guía en aquel otro:
está de par en par abierta noche y día, pero volver pie atrás
y salir a las auras de la vida, eso es lo trabajoso, ahí está el riesgo.1
.(Galileo, Lezione prima, p.31)
Poco más adelante Galileo describe la situación y forma del Infierno:
…immaginiamoci una linea retta che venga dal centro della grandezza della terra (il quale è ancora centro della gravità e dell’universo) sino a Jerusalem, ed un arco che da Jerusalem distenda sopra la superficie dell’aggregato dell’acqua e della terra per la duodecima parte della sua maggior circonferenza: terminerà dunque tal arco con una delle sue estremità in Ierusalem; dall’altra sino al centro del mondo sia tirata un’altra linea retta, ed aremo un settore di cerchio, contenuto da le due linee che vengono dal centro e da l’arco detto: immaginiamoci poi che, stando immobile la linea che congiugne Ierusalem ed il centro, sia mosso in giro l’arco e l’altra linea, e che in tal suo moto vadia tagliando la terra, e muovasi fin tanto che ritorni onde si partì; sarà tagliata della terra una parte simile ad un cono: il quale se ci immagineremo esser cavato della terra, resterà, nel luogo ov’era, una buca in forma di conica superficie; e questa è l’Inferno.(Galileo, Lezione prima, p.34)
Queda claro que el Infierno es un cono. Galileo prosigue determinando el grosor de la bóveda y los tamaños de otros componentes.
1 – Virgilio, Eneida, VI, 126-128.
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